¿POR QUÉ ENSEÑAR MINDFULNESS A LOS NIÑOS?
Para muchos niños es difícil lograr estar quietos y sentir calma por el mundo tan frenético y demandante en el que vivimos. “Mindfulness” nos proporciona las herramientas necesarias para alcanzar esa tranquilidad y paz interior que es tan necesaria para nuestro bienestar como seres humanos.
La terapeuta y autora holandesa, Eline Snel ha desarrollado un método para niños inspirado en las técnicas de Mindfulness de Jon Kabat Zinn. Su libro con título en español, “Tranquilos y Atentos como una Rana”, se ha convertido en un éxito en Holanda y Francia, donde se enseña a padres y a niños desde edades muy tempranas a calmarse y relajarse mediante meditaciones sencillas, pero muy eficaces. Esta técnica ha demostrado que los niños que practican Mindfulness duermen mejor, se concentran más y se sienten más seguros.
Mindfulness es simplemente abrir nuestra atención y conciencia queriendo comprender qué es lo que ocurre en el momento presente, con una actitud amable, sin críticas de lo que está ocurriendo ante uno. El estar presente de manera consciente y amable conlleva una serie de cambios en nuestra actitud y nuestro comportamiento. Mindfulness es estar presente en lo que ahora es, en cada momento.
Debido a la vida agitada en que vivimos, muchos niños están demasiado ocupados “haciendo” cosas y poco tiempo para cultivar el “ser”. Muchos padres piensan que teniendo a sus hijos ocupados con clases de inglés, clases de tenis o cualquier otra actividad extra escolares, les están proporcionando mejores posibilidades de llegar lejos en sus vidas. Pero lo que se nos olvida es que los niños tienen que tener tiempo para jugar y relajarse simplemente no haciendo nada, sin exigencias externas. Los niños naturalmente “son”, seres curiosos, inquisitivos y que viven “el momento” fácilmente, pero a menudo se encuentran demasiado cansados, distraídos e inquietos. Se vuelven mayores antes de tiempo sin haber podido ser realmente niños cuando se les imponen el “multi-tasking” que los mantienen siempre ocupados y ansiosos. Ya sea en el plano emocional, social, en la escuela o en la familia, están siempre con el piloto automático encendido, ¿pero cuándo pueden encender el piloto de la pausa? ¿Dónde está la calma y la tranquilidad que debe sentir todos los niños?
Con la práctica de Mindfulness están aprendiendo a parar, tomar aliento y sentir lo que realmente necesitan en ese mismo momento y a estar presente de manera consciente. Esto lleva una mayor comprensión hacia su propio mundo interno y a conocerse mejor. Mindfulness en los niños también cultiva la amabilidad, el prestar atención, la paciencia, la aceptación y la confianza en si mismos, actitudes que perdurarán en el tiempo y podrán a su vez transmitírselos a sus hijos en el futuro. Así vamos creando el círculo de vida, y que poco a poco va creando una sociedad más empática y más consciente de lo que realmente importa.
“Ser” o “Hacer demasiado”, esa es la pregunta…
Mindfulness nos ayuda a transformar la sociedad de uno en uno, desde nuestros propios cambios internos, hasta alcanzar una sociedad más equilibrada con individuos más felices.
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